Esta técnica reseca los tejidos glandular y adiposo de las mamas aumentadas de tamaño. Está indicada en mujeres incomodas por el tamaño excesivo y que además presentan dolor de espalda e irritación de la piel por el roce. Existen variadas técnicas con cicatrices extendidas y reducidas, que según el caso pueden ser mejores para algunas pacientes que para otras.
Se realiza con anestesia general y es aconsejable permanecer con internación de 24 horas.